Lo que sabemos sobre la impresión de catálogos (y por qué importa)

¿Por qué unos catálogos impresos triunfan y otros no? Las claves del éxito de la impresión de catálogos contadas por profesionales

En un mundo cada vez más digital, sigue habiendo un valor diferencial en un buen catálogo impreso. Transmite solidez, marca presencia y permite una conexión tangible con el cliente.

Pero no todos los catálogos funcionan igual. Desde nuestra experiencia, sabemos que el éxito de un catálogo impreso no es casual: depende de muchas decisiones estratégicas, técnicas y estéticas que se toman mucho antes de entrar a máquina.

Hoy no te explicamos cómo hacerlo tú mismo. Te contamos lo que nosotros tenemos en cuenta cada vez que preparamos un catálogo: lo que funciona, lo que no, y por qué cada detalle marca la diferencia.

La elección del formato: más allá de preferencias estéticas

Cuando asesoramos a nuestros clientes sobre el formato más adecuado tenemos en cuenta aspectos como:

• El tipo de producto o servicio: No es lo mismo un catálogo de moda que uno técnico.
• La cantidad de contenido: Hay que prever si será A4, A5, cuadrado, apaisado o incluso un formato personalizado.
• El uso que tendrá: Si se enviará por correo, se distribuirá en mano, estará en ferias o se consultará de forma intensiva.

Una buena elección del formato optimiza costes de impresión, facilita la lectura y, sobre todo, refuerza el posicionamiento de marca y el impacto visual.

Entre las opciones que se consideran están, por ejemplo:

• A4 (210 x 297 mm): es el más habitual, ideal para catálogos de productos con mucha información, tablas o fotografías grandes.
• A5 (148 x 210 mm): más manejable y económico, perfecto para catálogos de servicios, eventos o colecciones de temporada.
• Formato cuadrado (210 x 210 mm o 148 x 148 mm): moderno y llamativo, aporta diferenciación y funciona muy bien para catálogos visuales.
• Formato personalizado: cada vez más empresas apuestan por tamaños únicos para destacar. Aunque suelen ser más costosos, permiten romper con la norma y atraer más atención.

La orientación también afecta a la experiencia de lectura. La plantada (orientación vertical) es la más convencional, mientras que la apaisada (horizontal) aporta originalidad y suele funcionar muy bien cuando el contenido es más creativo o artístico o cuando las imágenes tienen mucha presencia.

La encuadernación también comunica

En la impresión de catálogos, la encuadernación une páginas y transmite sensaciones. Hay catálogos que necesitan un acabado sobrio y elegante, otros más técnico y funcional. Por eso valoramos opciones como:

• Grapado: ideal para catálogos de pocas páginas, es el más económico y permite una apertura cómoda.
• Encuadernación PUR (*): aporta un acabado más profesional y es adecuada para catálogos con mayor número de páginas, aunque la abertura no es muy buena.
• Wire-o o espiral metálico/plástico: práctico y resistente, se usa en catálogos técnicos o de uso intensivo. Permite abrir el catálogo completamente plano.
• Encuadernación cosida: ofrece una gran resistencia y un aspecto editorial de alta gama, con mucha mejor abertura que la PUR.
• Tapa dura: para catálogos de prestigio esta suele ser nuestra recomendación.

(*) La encuadernación PUR es un tipo de encuadernación en rústica que utiliza un adhesivo especial para unir las páginas del libro al lomo de la cubierta.

¿Y si además lo presentas en una caja con relieve, tarjeta, carta o detalle personalizado? Cuando un catálogo está planteado como una pieza estratégica de marca o de presentación, el packaging también forma parte del impacto. Por eso, en algunos proyectos especiales existe la opción de encuadernar el catálogo e incluirlo en una caja personalizada.

Este tipo de presentación transmite exclusividad, cuidado por el detalle y eleva la percepción del contenido desde el primer contacto. Es ideal para catálogos de alta gama, colecciones limitadas, propuestas comerciales personalizadas o presentaciones institucionales. La caja puede llevar relieves, estampados o incluso complementos (tarjetas, muestras, cartas de presentación), lo que convierte el catálogo en una auténtica experiencia física y emocional.

Acabados que marcan la diferencia

Dentro del proceso de impresión de catálogos, los acabados juegan un papel clave: son los que convierten una pieza correcta en una memorable, tanto visual como sensorialmente.

Te contamos algunas opciones: 

• Plastificado mate o brillo: protege las portadas y aporta un toque profesional. El brillo resalta colores; el mate transmite elegancia (y combinado con los Anti Ska (plásticos anti-rayaduras, evitaremos las rayadas).
• Barniz selectivo (UVI): destaca zonas concretas como logotipos o imágenes clave con un brillo localizado.
• Relieve o estampado: añade textura y elegancia, ideal para portadas premium.
• Tintas especiales (metalizadas, fluorescentes): perfectas para marcas creativas que buscan un impacto visual fuerte.
• Texturas: la innovadora tecnología de impresión Tecnicart de CeGe permite reproducir con total fidelidad texturas y colores (maderas, telas, cerámicas…) lo cual puede ser muy relevante para marcas del sector de la construcción y decoración, pero también para aportar un plus de emocionalidad y diferenciación a cualquier otro sector gracias a la emocionalidad que aporta el tacto.

El papel lo cambia todo

El papel es en sí mismo una herramienta de comunicación sensorial y emocional: se ve, se toca y se siente, e influye directamente en cómo se percibe la marca y el cuidado que hay detrás de la pieza. Cada tipo de papel genera una sensación. ¿Es ligero o robusto? ¿Es suave o rugoso? ¿Brilla o es mate? Todo comunica.

Las principales decisiones que debemos tomar respecto al papel se agrupan en:

1. Textura y acabado: lo que transmite el tacto

• Papel estucado (brillo o mate): Tiene una superficie satinada, muy habitual en catálogos comerciales porque ofrece una buena reproducción del color. El estucado brillo resalta las imágenes y da un acabado más vivo; el mate, transmite elegancia, sobriedad y un tacto más aterciopelado.
• Papel offset: Sin capa satinada, más poroso, ideal para textos largos o diseños más minimalistas. Transmite naturalidad, proximidad o autenticidad.
• Papel reciclado o kraft: Muy usado en marcas sostenibles. Habla de compromiso ecológico, sencillez y autenticidad. Pero puede afectar a la viveza del color, y eso hay que tenerlo en cuenta en el diseño.
• Papeles creativos o texturizados: Con acabados rugosos, nacarados o con fibras visibles. Su tacto diferencial crea una experiencia más artesanal o de lujo, según el caso.

2. Gramaje: el peso del papel se siente (y se valora)

El gramaje da una idea de la densidad o robustez general del papel y aunque no se vea, se nota al pasar cada página.

• Gramajes bajos (90–115 g): Ligeros, económicos y prácticos, ideales para catálogos muy extensos o de distribución masiva.
• Gramajes medios (135–150 g): Por su buen equilibrio entre cuerpo y manejabilidad suele ser el más habitual.
• Gramajes altos (+170): Transmiten calidad, robustez, y dan al catálogo un aire más premium. Suelen usarse en portadas o en catálogos cortos pero impactantes.

3. Coherencia con la identidad de marca

Algunas preguntas que nos hacemos al asesorar a un cliente:

• ¿Tu marca es minimalista o detallista?
• ¿Te diriges a un público joven o profesional?
• ¿Quieres destacar por sostenibilidad, lujo, tecnicidad o cercanía?

Nuestro trabajo consiste en entender el código de tu marca y proponer el soporte que hará que ese catálogo funcione como una extensión de tu identidad.

4. El papel también afecta a la impresión final

Más allá de lo sensorial, el papel influye directamente en el resultado técnico:

• En papeles porosos, los colores se apagan un poco.
• En papeles satinados, las imágenes se ven más nítidas y contrastadas.
• Algunos papeles requieren tintas o acabados especiales.
• El secado, la absorción y la manipulación también cambian según el soporte.

Las imágenes: el contacto emocional con la marca

En un catálogo, las imágenes no son un “complemento visual” y la mayoría de las decisiones se toman a partir de ellas. Una mala imagen arruina un catálogo, una excelente lo convierte en una herramienta de venta.

• Alta resolución, nitidez real y calidad profesional: Imágenes pixeladas o mal iluminadas destruyen el impacto del catálogo.
• Coherencia estética: Misma iluminación, fondos y estilo fotográfico a lo largo del catálogo. Eso da unidad visual y transmite profesionalidad.
• Composición pensada para impresión: Algunas fotos pueden quedar bien en pantalla, pero no funcionar en papel (por encuadre, contraste o escala).

Nuestros especialistas en retoque de imágenes se aseguran de que cada fotografía tenga la máxima calidad y nitidez, y, sobre todo, que transmita con precisión la emoción o sensación que la marca quiere evocar.

Lo que no se ve (pero se nota): evitar errores técnicos

Parte de nuestro valor añadido está en evitar errores que solo se notan cuando ya es tarde. Algunos de los más comunes que corregimos a menudo:

• Archivos sin sangrías ni márgenes de seguridad
• Imágenes con baja resolución
• Textos no convertidos a curvas
• Páginas mal organizadas para la encuadernación final
• Diseño que no tiene en cuenta la imposición (cómo se pliega e imprime realmente)

No es que el cliente tenga que saber todo esto. ¡Para eso estamos nosotros!

En CeGe no se envía nada a máquina sin revisar el PDF final, comprobar que los perfiles de color están bien definidos, validar las páginas y, cuando es necesario, hacer una prueba física previa.

Un proceso riguroso y el control de calidad es lo que garantiza un resultado impecable.

Imprimir bien, una decisión estratégica

Un catálogo impreso habla por tu marca. Más allá de mostrar productos, muestra que cuidas los detalles, que te importa la calidad y que sabes comunicar. Por eso, cuando alguien nos confía la impresión de su catálogo, lo acompañamos y asesoramos para garantizar que el resultado será coherente con sus objetivos… y respetuoso con el medio ambiente. 

En CeGe, la sostenibilidad es un pilar fundamental en todos nuestros proyectos.  Utilizamos papeles con certificación ecológica, aplicamos el sistema de impresión EcoPrint y seguimos un proceso sostenible de principio a fin. Todo ello está avalado por la certificación ISO 14001 y la Medalla de Oro de Ecovadis. Este catálogo impreso con la impresión ecológica LED-UV es un buen ejemplo.  

¿Te acompañamos en la creación del tuyo? En CeGe, llevamos más de 50 años ayudando a marcas a transformar sus catálogos en piezas estratégicas. Contacta con un experto ahora.

¿Quieres saber más sobre catálogos?

Este artículo forma parte de un conjunto de contenidos que exploran el papel del catálogo como herramienta estratégica de comunicación y ventas.

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