«¡Esto no se puede hacer!», escuchó David Vila Viza, director de cuentas y especialista en libros de arte cuando nació este proyecto. Y lo hizo…¡Vaya si lo hizo!
«¡En libros de arte no hay nada imposible!», o al menos esta es la respuesta si hablas con David, que cuenta con más de 25 años de experiencia en el mundo de la impresión, encuadernación y acabados especiales, asesorando a los clientes para conseguir resultados de alta calidad.
Una encuadernación tan compleja como la de «Galeries d’art a Catalunya» hubiera requerido un laborioso trabajo artesanal para obtener el mismo resultado. Lo extraordinario en este caso es que se ha conseguido de manera industrial, permitiendo hacer realidad esta obra maestra de la encuadernación con un coste más asequible.
El objetivo del proyecto consistía en sumergir al lector en las profundidades de una galería de arte; transportarlo, al tener la obra ante sus ojos, a un viaje imaginario a través del papel para conocer la filosofía de este tipo de espacios y cómo es su funcionamiento.
La solución: realizar un libro que en realidad son dos en uno, con distintas encuadernaciones que proporcionan diferentes experiencias de lectura: una encuadernación pur, que nos permitiera hacer los dípticos trepados y montados en japonesa, y una encuadernación adicional con hilo cosido visto, de color rojo, que hace que el libro se abra completamente plano cuando está apoyado sobre una superficie.
Otra complejidad de esta obra es que teníamos que insertar dípticos de un formato más pequeño, capiculados por el pie, en las dos encuadernaciones mencionadas. Durante todo el proceso de producción se han cuidado al máximo todos los detalles, con especial atención en la elección de los tipos de papel. Para sorprender al lector en su viaje táctil a lo largo de las páginas, se ha utilizado papel de varios grosores y texturas: desde Munken Lynx de 130 gramos, hasta el muy sensorial y especial Arcoprint Milk de 70 g.
La selección de los colores responde al mensaje que pretende transmitir la obra. Así, el exterior las páginas se ha impreso en pantone fluorescente y negro; mientras que en el interior, al abrir los dípticos japoneses trepados, se ha optado por la cuatricromía, que da la sensación de profundidad y crea un contraste entre el interior y el exterior. Y el colofón del libro es su unión con una sobrecubierta francesa.
El trabajo bien hecho ha tenido su recompensa: «Galeries d’art a Catalunya» ha sido reconocido por el Ministerio de Cultura y Deporte como el mejor libro de arte editado en 2018. En CeGe lo tenemos claro: cuando un cliente necesita dar vida a un libro complicado, cuando otros ya han dicho que no se puede hacer, hablamos con David, para que demuestre lo contrario.
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